miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Siglo de la Mujer



Queridas hijas:

El siglo en el que nació papá se dieron enormes pasos por los Derechos de la Mujer. Después de muchos siglos de subordinación absoluta al hombre, durante el siglo XX se empezó por fin a luchar por la emancipación de la mujer, y por igualar sus derechos a los del Hombre.
  
El patriarcado, que proviene de las palabras griegas “mandar” y "padre" ha permitido al hombre, durante milenios, ejercer una posición dominante sobre todos los aspectos de la vida de la mujer. Parece que, en algún momento fatídico de la Civilización, el tejido del matriarcado se desintegró coincidiendo con la aparición de las religiones monoteístas, que ineludiblemente identificaban a un Dios masculino.  Estas creencias casi siempre fueron utilizadas para justificar una devaluación de la mujer.

Aristóteles, considerado por muchos como la figura intelectual más importante de todos los tiempos, afirmaba en su obra De generatione animalium que las mujeres eran "hombres mutilados", seres inferiores porque tenían la sangre "más fría", algo que mermaba su capacidad para razonar. Una frase atribuida a Buda atestigua que "el cuerpo de la mujer es sucio y no puede ser depositario de la ley". Una oración hebrea reza "Adorado seas Señor, nuestro Dios, Rey del Universo, que no me has hecho mujer". Santo Tomás de Aquino escribió: "El hombre está por encima de la mujer, como Cristo está por encima del hombre". Sigmun Freud, en 1932, justificó la agresión masculina a su pareja porque satisface la "necesidad de sufrir" de la mujer, a quien le achaca una personalidad dependiente y perdedora. El masoquismo es pues una "expresión de la naturaleza femenina". Y esto son sólo pequeños ejemplos de la humillación que ha tenido que sufrir la mujer.

La dedicación exclusiva a la maternidad a la que se obligó a la mujer extremó la dependencia económica femenina y, con ello, el sometimiento forzoso del sexo femenino al masculino. Las mujeres se vieron así degradadas a una condición casi subhumana.

Pero el siglo en el que nació vuestro padre todo eso cambió mucho, y gracias al esfuerzo de infinidad de mujeres , y de algunos hombres, se fueron eliminando poco a poco las injusticias que tenía que sufrir la mujer, por el simple hecho de ser mujer.

Pero incluso durante el siglo en el que nació vuestro padre se han producido retrocesos en los Derechos de la Mujer.  Empezando por España, donde  a la mujer española se le arrebataron durante la dictadura franquista los derechos que la Constitución de 1931 le había otorgado, como la igualdad con respecto al varón y el derecho a voto. Con el Régimen, la mujer pasó a asumir el papel de madre y esposa.


Hasta un año antes de que vuestro padre naciera, la mujer en España necesitaba la autorización de su marido para trabajar, y debía solicitar su permiso para cualquier actividad imaginable, como abrir una cuenta en un banco, comparecer en un juicio, o aceptar una herencia.

Pero todo eso cambió durante la última parte del siglo pasado, el país en el que vosotras habéis nacido se convirtió en uno de los más avanzados del Mundo en Derechos de la Mujer.

Pero aún quedan muchas cosas por hacer. Hoy en día todavía quedan lugares en el Mundo en los que la situación de la mujer es inaceptable.


CHINA - Política del hijo único, y el valor de la mujer

El gobierno totalitario chino estableció, en 1979, la llamada política del hijo único, para establecer un radical control de la natalidad que redujera la superpoblación.  Esta política ha tenido una influencia dramática sobre la situación de la mujer en China.

En la mayoría de las zonas rurales, se permite a las familias tener dos niños si el primer niño es femenino  o lisiado.  Ese es el valor que concede el gobierno chino a la mujer. Las mujeres son sólo valoradas por su utilidad y “constituyen el artículo de comercio más preciado en la vida de los aldeanos”. El intercambio de mujeres entre hombres está al orden del día, igual que la cesión de hijas recién nacidas.
La tradición de preferir los varones en lugar de mujeres como hijos únicos ha profundizado el infanticidio femenino mediante el aborto selectivo. Con la política de planificación familiar desde 1980, la tasa de mortalidad de niñas aumentó considerablemente.
Sin embargo las campañas que promueven  -sobre todo en las zonas rurales- a que acepten a una mujer como su única descendiente tomará tiempo. Mientras no haya un cambio en la mentalidad de la población, y se consideren las niñas como iguales o más valiosas que los varones, seguirá habiendo un gran número de abortos selectivos por sexo, y continuará el tráfico de niñas y mujeres como mera mercancía.


INDIA - La mayor democracia del mundo, un inmenso sistema patriarcal


En la India nacer niña se considera todavía hoy una carga familiar. El hijo varón perpetúa el linaje, hereda la propiedad y cuida de sus padres en la vejez, mientras que, en el caso de las niñas, los progenitores deben pagar una cuantiosa dote a la familia del novio.
La mujer, al igual que ocurriera en España, está inmersa en un sistema patriarcal en el cual es tratada como una menor de edad hasta su muerte.
En la última década han muerto siete millones de niñas por el aborto selectivo, y se estima que murieron un total de 50 millones el siglo pasado.

Existen graves peligros que afectan a las mujeres como la violación, los matrimonios forzados y el tráfico sexual. Las chicas forzadas a la prostitución provienen de las villas y son llevadas a las grandes ciudades donde son vendidas como esclavas sexuales.

Cada año, millones de niñas de la India se casan siendo niñas. En algunos casos, las novias no tienen más de 4 o 5 años de edad. Los matrimonios con niñas son ilegales en la India, pero aún así la práctica está creciendo. Para la mayor parte de los pobres del área rural de la India, que viven con menos de $1 por día, casar a una hija significa una boca menos que alimentar.

Solo un pequeño porcentaje de mujeres en India son profesionales. La gran mayoría son vistas como altamente dependientes y no productivas, lo cual no “le agrega valor” a la familia. Las mujeres llevan todas las de perder ya que ni siquiera se han reformado los derechos sobre la propiedad. Aún en las familias pequeñas, la gente se asegura de tener un hijo varón.

Se les niega el acceso a la educación, la dignidad o sus derechos más básicos, lo cual genera en muchas una gran depresión y muchas veces optan por quitarse la vida. El suicidio femenino es en la India seis veces más probable que el masculino.


No hay manera de imaginar lo increíbles que podrían ser el crecimiento y el desarrollo de China e India si fueran capaces de liberar y aprovechar las capacidades y fortalezas de los más de mil millones de mujeres que viven en estos dos países.

Pero aunque parezca increíble aún hay un lugar en el que las mujeres están sufriendo más que en India o China: la zona de asia central formada por Pakistán y Afganistán.  

SOMETIDAS A LA SHARIA

El movimiento fundamentalista talibán opera en Afganistán y Pakistán, y tuvo el control de la capital de Afganistán (Kabul) y la mayor parte del país durante cinco años.
En el poder, los talibanes forzaron una de las más estrictas interpretaciones de la ley Sharia como nunca se había visto en el mundo musulmán, que se hizo famosa internacionalmente por la forma de tratar a las mujeres. 
Sometidas al movimiento talibán, y tristemente famosas por verse obligadas a llevar el Burka estas mujeres están sufriendo un infierno inimaginable para cualquier mujer occidental.
Las mujeres se vieron obligadas a usar el burka en público; no se les permitió trabajar ni recibir educación después de los ocho años, y hasta entonces sólo se le permitía el estudio del Corán;  no se les permitió ser atendidas por médicos de sexo masculino si no eran acompañadas por un hombre, lo que llevó a que muchas enfermedades no fuesen tratadas; se restringió enormemente la libertad de circulación de la mujer, hasta el punto de que las mujeres sólo podían viajar acompañadas por un familiar varón; las mujeres se enfrentaron a la flagelación pública en la calle, y la ejecución pública por violaciones de las leyes de los taliban. Las malas condiciones sanitarias y la malnutrición hicieron del embarazo y el parto situaciones excepcionalmente peligrosas para las mujeres afganas.


Pero poco a poco, y gracias a la presión internacional, los talibán están perdiendo poder. Igual que durante el siglo pasado, todavía quedan muchas mujeres valientes, dispuestas a luchar por sus derechos, como 
Malala, una niña a la que los talibán dispararon por ir a la escuela. 


Todas ellas conseguirán culminar lo que empezaron sus predecesoras en el mundo occidental.  Todas estas sociedades evolucionarán poco a poco hacia una sociedad más justa e igualitaria.


EL SIGLO DE LA MUJER

Queridas hijas, no podéis imaginar lo feliz que me hacen todos los avances en los Derechos de la Mujer que se dieron en el siglo en el que nací.  Si hubiera nacido en un siglo anterior, tendría que sentirme desgraciado si no hubiera tenido ningún hijo varón.  El valor que se le daba al Hombre era muy superior al de la Mujer, y no habría podido evitar sentir una gran decepción hoy.

Y aún hoy, si vosotras hubierais nacido en algún otro lugar, os habría condenado a vivir una vida dura, cruel, y peligrosa.

Por eso me alegro tanto de que vosotras hayáis nacido en este lugar, y en este siglo.

Estoy convencido de que cuando tengáis edad suficiente para comprender lo que os cuento aquí, todas esas injusticias serán sólo un recuerdo del pasado, y no habrá ya lugares en el Mundo en los que nacer mujer suponga una desgracia.  La lucha de miles de mujeres valientes como Malala habrá dado sus frutos, y el valor de una mujer para la sociedad será, como mínimo, igual al de un hombre.  

Nada me hace más feliz hoy, el día del nacimiento de mi tercera hija, que haceros este regalo:

Os regalo este siglo, el siglo de la Mujer, para que lo viváis, para que escribáis su Historia.

jueves, 4 de julio de 2013

Déjame adivinar cuántos amigos tienes



Seguro que alguna vez has tenido curiosidad por saber si tienes muchos o pocos amigos. Si eres muy popular o un lobo solitario. Pues no te preocupes, en realidad no depende mucho de tus esfuerzos por establecer o mantener amistades. De hecho, te puedo asegurar que tienes alrededor de 150 amigos.

Claro, primero hay que definir lo que entendemos por amigos. Pueden ser "personas con las que has tenido algún tipo de relación, más o menos intensa, y la mantienes en el tiempo, aunque sea en un estado latente".  O si lo prefieres "individuos que conoces personalmente, en los que puedes confiar, y por los cuales sientes una afinidad emocional".  Estas definiciones pueden cuadrar, además de tus colegas, con algunos familiares, incluso algunos compañeros de trabajo.  Pues bien, si haces una lista con todos ellos, llegarás a un número cercano a 150.

¿y por qué ese número?

Pues esta cifra, conocida como el número de Dunbar fue obtenida por el antropólogo Robin Dunbar, y definida como "la cantidad de individuos que pueden desarrollarse plenamente en un sistema determinado"; esta cantidad, estudiada para varias especies de primates, es el número máximo de individuos con los que un primate puede mantener contacto, y parece estar limitada por el volumen el neocortex cerebral.

En humanos, este número aparece repetidamente en varias estructuras sociales, como los tamaños de tribus en la Era Neolítica, el tamaño básico de una unidad militar de la Roma antigua, etc.  Incluso muy recientemente ha aparecido en varios estudios, como el que analizó el número de personas a los que se enviaban postales navideñas. De media, se mandaban 68 tarjetas a casas en las que vivían un total de alrededor de 150 personas.

¿eso quiere decir que debo tener 150 amigos, ni más ni menos? No, pero según esta teoría, nuestro neocortex tiene una capacidad limitada para “tratar” con nuestros semejantes, y superado un cierto número de relaciones, el grupo simplemente es incapaz de funcionar bien. 150 es un valor razonable para muchas cosas: la mayor parte de la gente puede recordar los nombres de prácticamente todos los demás del grupo y algo sobre ellos, sus gustos o aficiones, por ejemplo. También puede ser consciente de en qué consiste el trabajo o las tareas que realizan los demás (si estamos hablando de compañeros de empresa). 150 es un número razonable incluso para agruparlos a todos físicamente, para contactar con ellos en un tiempo razonable o para conseguir que una información importante se difunda de forma rápida y eficiente entre ellos. A partir de grupos de -más o menos- 150  es cuando la gente comienza a no conocer sus nombres, ni qué hace cada cual, ni otros detalles.
Un grupo, de cualquier tipo, con un tamaño máximo de 150 personas tiene un incentivo muy alto para mantenerse juntos. Se ha demostrado que a pequeña escala -menos de 150 individuos-  el socialismo, el fascismo y otras ideologías centralizadas funcionan adecuadamente. Pero al aumentar la población, surgen problemas debido a la dificultad de mantener relaciones óptimas  entre los individuos; se hacen necesarias leyes y normas para regular su comportamiento.

En las redes sociales y comunidades virtuales hay algún estudio también que dice que a partir de ese número de conexiones és cuando comienzan los problemas de autogestión, surgen las discusiones, trolls, etcétera. En la práctica: es difícil seguir el “día a día” de más de 150 personas (ya sea en Facebook, Twitter o Google Plus).  Aunque también se ha demostrado repetidas veces que la tecnología actual permite a nuestro limitado y primitivo neocortex cerebral romper esa barrera, y por ejemplo seguir a miles de personas en Twitter.

En este vídeo del conocido programa Redes, El poder de las redes sociales
se describía,  hace unos años ya (Facebook tenía 500 millones de usuarios, y ahora ronda los 1.100 millones) el número de Dunbar, y su relacion con las redes sociales. Por cierto, el programa completo merece bastante la pena, explica cosas como por qué la gente engorda cuando sus amigos engordan, o por qué se pone de moda el running ahora que muchos de nuestros amigos deciden publicar en internet cada vez que consiguen vencen a la pereza, y enfundarse sus deportivas.

Por supuesto yo no tengo la respuesta,  pero puedo hacer una pequeña prueba. Mi lista de amigos de Facebook se ha detenido, desde hace tiempo y de manera totalmente espontánea, en 147. Como digo, cada uno usa Facebook a su manera,  pero yo mantengo la filosofía primitiva de establecer contacto con personas con las que tengo un grado de contacto personal elevado, de tal forma que sólo acepto e interactúo con esas personas con las que me encuentro realmente a gusto. Atendiendo a ese criterio, veo que mi cerebro ha tomado inconscientemente el número de Dunbar como límite para sentirme absolutamente cómodo.

Pero, ¿qué hay de mis amigos? ¿cuántos amigos tienen ellos en Facebook? No puedo preguntar a cada uno de ellos de qué manera usa esta herramienta social, pero sí que puedo hacer una estadística puramente numérica.  Después de un breve trabajo tecleando números, una simple hoja Excel me da la respuesta: 164 amigos. Increíble. ¡Es un valor realmente cercano al número de Dunbar!  Tengo que decir que no confiaba nada en esta teoría mientras tecleaba los datos: algunos de mis amigos tienen 1300 contactos, mientras que otros apenas llegan a la decena. Pero la magia de la distribución estandar en estadística ha dado la razón al señor Dunbar. 

Bueno, animo a todo el que lea este post a que realice el mismo ejercicio que yo, y después se anime a publicar los resultados.

Por cierto, estos cálculos también cuadran con otra teoría explicada brevemente aquí que afirma que si haces estos mismos cálculos, tus amigos tendrán como media más amigos que tú.  Es decir, que son más populares que tú.  Este hecho se confirma en el 93% de los casos, cuando los amigos de un usuario tienen más amigos que él.  Curioso, ¿no?

Y una última cosa: no te obsesiones con el dichoso numerito.  Si no tienes alrededor de 150 contactos en Facebook, no te preocupes. Si tienes muchos menos, seguramente es que utilizas Facebook para un círculo mucho más cercano, o que simplemente no lo usas mucho.  Si tienes muchos más, seguramente tu objetivo en Facebook será más próximo a la promoción o publicidad de cualquier actividad, o simplemente usas Facebook como una libreta de direcciones, un agregador de contactos.

La mayor utilidad de esta teoría es que puedas entender a partir de cuándo te vas a dejar de encontrar cómodo dentro de un grupo.  

Así que si quieres usar alguna de las redes sociales para intentar encontrarte cómodo dentro de un grupo de personas, el número de Dunbar te puede servir como referencia, sobre todo para que puedas hacer "limpieza" en tu lista de "amigos".


viernes, 26 de abril de 2013

La belleza de los detalles cotidianos



Un hombre se sentó en una estación de metro en Washington DC y comenzó a tocar el violín, era una fría mañana de enero. 
Tocó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. 
Durante ese tiempo, ya que era hora punta, se calcula que 1.100 personas pasaron por la estación, la mayoría de ellos en su camino al trabajo.

Pasaron los tres primeros minutos sin que nadie parase, ni redujese el paso; al fin,  un hombre de mediana edad oyó la música, aminoró el paso y se detuvo durante unos segundos; luego se apresuró a cumplir con su agenda.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primer dólar de propina: una mujer arrojó el dinero en la caja y sin parar, y siguió caminando.

Unos minutos más tarde, un hombre se apoyó contra la pared a escucharle, pero miró su reloj y comenzó a caminar de nuevo. Es evidente que llegaba tarde a algún sitio.

El que puso la mayor atención fue un niño de 3 años. Su madre tiraba de su mano, pero el chico se detuvo a mirar el violinista. Segundos más tarde, cuando la madre consiguió arrancar al niño de su abstracción, con un fuerte tirón, el niño se alejó desilusionado, volviendo la cabeza todo el tiempo. 

El mismo proceso ocurrió de manera casi idéntica con otros varios niños. Todos los padres, sin excepción, los forzaron a seguir adelante.

En los 45 minutos que el músico tocó, sólo 6 personas se detuvieron y se quedaron por un tiempo. Alrededor del 20 personas le dieron dinero, pero la mayoría siguió caminando a su ritmo normal. 
Recaudó 32$. 
Cuando terminó de tocar y se hizo el silencio, nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo ningún reconocimiento.
Nadie lo sabía, pero el violinista era Joshua Bell, uno de los músicos con más talento del mundo.
Había tocado una de las piezas más complejas jamás escritas, en un violín de un valor de 3.5 millones de dólares.

Dos días antes de tocar en el metro, Joshua Bell realizó un concierto en un teatro en Boston, donde el precio promedio de las entradas era de de 100 dólares. El teatro se llenó al completo.


Esta es una historia real. Todo había sido organizado por el periódico Washington Post como parte de un estudio sobre la percepción, el gusto y las prioridades de la gente.

Aquí tenéis un vídeo del experimento:




El objetivo de el experimento era responderse a estas preguntas: en un entorno cotidiano a una hora inapropiada, ¿somos capaces de percibir la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?

Si no tenemos un momento para detenernos y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo, tocando la mejor música jamás escrita, ¿cuántas otras cosas nos estaremos perdiendo? 

Nos dejamos llevar por las circunstancias del día a día, y no nos paramos a disfrutar de los pequeños detalles.  Quizás son algo extraordinario.

viernes, 22 de febrero de 2013

La hamburguesa que me dió una lección



A veces me sorprende la sobreprotección que sufren los chavales hoy en día.  Tienen tan encima a sus padres  en cualquier tipo de situación conflictiva que no consiguen desarrollar unas mínima capacidad de decisión, análisis de los problemas, y en definitiva, madurez.  Y no estoy hablando de bebés, ni de niños pequeños.  Es una actitud que veo cada vez más hacia hijos adolescentes.  Aplazar los problemas a los que se tiene que enfrentar tu hijo no le ayuda en absoluto.  Evitar que se dé un pequeño golpe ahora no le va a evitar las hostias que le va a dar la vida.

Hay situaciones que, aunque no buscadas, le pueden enseñar mucho, pero sólo si ha conseguido salir de entre los brazos sobreprotectores de sus padres.  Como me pasó a mí. 

Cuando tenía 19 años, un primo mío que vive en Estados Unidos se ofreció a acogerme en su casa durante el verano, para que pudiera practicar el inglés.  Fue una experiencia inolvidable en muchos sentidos, pero hay algo de mi estancia allí que me dio una dura pero importante lección.
Al principio todo fue estupendamente, me instalé cómodamente en casa de mi primo, me apunté a unos cursos en la universidad, conocí a gente, y me empecé a encontrar realmente bien allí.  El dinero que me habían proporcionado mis padres había sido calculado para cubrir todos mis gastos, y después de pagar todos los gastos iniciales calculé cual debía ser mi ritmo de gasto para no tener problemas al final de mi estancia.  No tenía para hacer grandes despilfarros, pero pude disfrutar holgadamente de sumergirme en el "American Way of Life".
Pero poco a poco se fue cocinando la desgracia.  Preocupado como estaba en muchas otras cosas, no presté atención a la situación familiar que estaba viviendo mi primo.  Al parecer tenía problemas de pareja con su mujer (poco después ex-mujer) y uno más de ellos era que ella había aceptado a regañadientes acogerme allí.  No recuerdo haber provocado ninguna situación especialmente problemática en casa de mi primo, ni haber sido maleducado ni grosero con ella, pero quién sabe.  Lo más probable (eso lo sé ahora, mucho tiempo después) es que mi presencia no fuera más que una "excusa" más para comenzar destructivas y estúpidas discusiones de pareja.

Fue otra prima mía, la hermana del que me había acogido, la que se dio cuenta de la explosiva situación, y consiguió ponerle solución.  Me encontró, a través de una amiga suya, un piso compartido para el mes que me quedaba de estancia, y me "sugirió" delicadamente esta opción, hasta que me dí cuenta de que no era una buena opción, sino que era la única opción.

La nueva situación no es que fuera peor, estuve también a gusto en esta nueva casa, pero el pago del alquiler había fulminado literalmente mis reservas de dinero.  De un día para otro me encontré sin un puto duro (perdón, quiero decir sin un puto "nickel")

En esos tiempo no tan globalizados, la comunicación no era lo mismo que ahora.  Intenté avisar inmediatamente a mis padres de que me había quedado sin dinero, pero no fue tan fácil.  Cuando finalmente me conseguí comunicar con ellos, mi descripción de la historia no debió dejar suficientemente claro la urgencia de recibir más dinero.  Tampoco la circulación del dinero era como ahora.  Bueno, el caso es que pasé varias semanas esperando que llegara el Séptimo de Caballería con los billetes verdes.  

Estaba sólo.  Prácticamente sin dinero.

Fue la primera vez en mi vida que llegué a pasar hambre.  No quería decirle a nadie en la situación que me encontraba, por vergüenza, pero no tenía dinero ni para comer. Por suerte descubrí enseguida una oferta en un Burger King que me dio la solución: la hamburguesa "Whopper" por 0.99 $ a partir de las cuatro de la tarde.  Durante casi tres semanas seguí el siguiente procedimiento: esperaba durante todo el día, algunos días sin ni siquiera desayunar, hasta las cuatro, y allí mismo devoraba 4 hamburguesas, junto con un vaso de bebida que podía rellenar indefinidamente.  Imposible llenar el estómago más barato. Cuando ya había matado el hambre, me llevaba otras tres o cuatro hamburguesas más, para cenar, y quizás también para desayunar al día siguiente.   Y así un día tras otro, exprimiendo al máximo mis escuálidas reservas de dinero.
Nadie mejor que yo sabía que eso no era en absoluto sano.  Pero qué le iba a hacer.
Tan sólo varié mi "dieta" en un par de ocasiones, una en la que descubrí un buffet libre chino por 4,99 $, y después de comer todo lo que pude me guardé a escondidas, en una bolsa de deporte, unos cuantos rollitos y Wan Tun para la cena; y otra en la que descubrí el increíble poder calorífico que tiene la mantequilla de cacahuetes untada sobre rodajas de mango deshidratado.  Aunque no estaba muy bueno.

Y cuando ya sólo quedaban dos días para mi vuelo de vuelta, llegó finalmente el dinero prometido.  Lo había conseguido.  Había pasado todos esos días prácticamente sin dinero, y sin tener que robar para comer (con la pequeña excepción de los rollitos de primavera, que espero que no sea muy grave).
De nada me servía quejarme de la amarga ironía de que el dinero había llegado justo cuando yo ya me marchaba.  Lo utilicé para comprar unos bonitos regalos para toda la familia, y me volví para España con unas cuantas lecciones aprendidas.  Sobre todo una que ya me quedó marcada para siempre.  En cualquier viaje, más vale tener una reserva de dinero para imprevistos, y poder comprar souvenirs caros al final, que pasar por lo que tuve que pasar yo.

Ni mis padres ni mis primos supieron nunca la aventura que tuve que pasar, y seguro que si la hubieran conocido se habrían sentido culpables.  Culpables de haberme abandonado en esa delicada situación, o de no haber reaccionado a tiempo.  Pero yo recibí una lección que habría sido imposible enseñármela de un modo más efectivo.


Padres, dejad de vez en cuando que vuestros hijos aprendan las cosas por sí mismos, dejadles tropezar, dejadles madurar.


No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas.

Miguel de Unamuno.  De su obra "Pensamiento político"

jueves, 17 de enero de 2013

Explicale a tus hijos la crisis, para que no repitan tus errores




Una de las mejores formas de entender un problema muy complejo es intentar explicárselo a un niño pequeño.  Descubrir, entre toda la información sobre el tema, lo realmente fundamental, y simplificarlo para que un niño pueda comprenderlo, es un esfuerzo que siempre tiene recompensa.

Por eso no debería darnos miedo que un niño nos preguntara: ¿por qué estamos en crisis?
Sin embargo, esa es una pregunta demasiado difícil para respondersela a un niño.  O quizás no...

La mayoría de las personas tiene problemas financieros porque no conoce la diferencia entre un activo y un pasivo. Se pasan la vida construyendo pasivos, cuando lo que tenían que hacer es construir activos.  Esa es la principal causa de esta crisis.

Pero, un momento.  ¿Cómo voy a explicarle a mi hijo la crisis con unos conceptos tan abstractos? ¡Si eso no se estudia en la escuela!

Nuestro sistema escolar está básicamente diseñado para que nuestros hijos se esfuercen exclusivamente para conseguir un "buen empleo". De manera que los chicos finalizan sus estudios prácticamente sin ningún conocimiento financiero.  Así que la mayoría de nosotros tampoco sabemos la diferencia entre un activo y un pasivo.  Pero conocer esta diferencia es fundamental para que nuestros hijos no vuelvan a caer en los mismos errores que nos han llevado a nosotros a la crítica situación financiera en la que nos encontramos.

Pero, ¿cómo voy a explicarle algo tan aburrido y desconcertante a un niño?  Pues utilizando el principio KISS (Keep It Simple Stupid), "Manténlo sencillo, estúpido". Expresando los conceptos con sencillez, incluso para complicados conceptos financieros. Con dibujos. Sin números.  Así comprenderán el esquema, el movimiento del dinero, y más tarde, si es necesario, ya se añadirán poco a poco los números.  Para entender la crisis no hacen falta números.
Bien, vamos a explicarle a nuestro hijo la diferencia entre un activo y un pasivo.  No intentes buscar las definiciones en el diccionario, no será de gran ayuda.

Simplemente tienen que saber que "los activos ponen dinero en tu bolsillo", y "los pasivos sacan dinero de tu bolsillo". Fácil, sencillo y utilizable.

Si deseas ser pobre o llegar a tener graves problemas económicos, pasa tu vida construyendo pasivos. Si quieres ser rico, o no repetir los errores de tus padres, simplemente pasa tu vida construyendo activos.  No saber la diferencia es lo que ocasiona los problemas financieros en el mundo real.  A las personas, a las familias, a las empresas, incluso a los gobiernos y los países.

Vamos con los dibujos:  empezamos con el activo.


El cuadro superior es una Declaración de Ingreso, también llamado Estado de Pérdidas y Ganancias. Mide los ingresos y los gastos. El dinero que entra y el dinero que sale. El diagrama inferior es la Hoja de Balance. Se le llama así porque se supone que debe equilibrar los activos contra los pasivos. Muchos novatos en las finanzas no conocen la relación entre la Declaración de Ingreso y la Hoja de Balance.Pero en realidad es vital comprender esa relación, incluso para la vida real.
El patrón de flujo de un activo es fácilmente comprensible con este dibujo.  Los activos generan ingresos.

Sigamos con el pasivo:


Igual de fácil de entender.


Resumiendo la lección:

Un activo es algo que pone dinero en mi bolsillo.
Un pasivo es algo que extrae dinero de mi bolsillo.

Esto es en realidad todo lo que necesita saber.  Ahora, dale tiempo a tu hijo tiempo para imaginar ejemplos de activos y pasivos.  Y dedica algo de tiempo a pensar tú también en ello.  ¿es tu casa un activo? ¿o un pasivo? ¿y tu coche?


Bien, ahora analicemos la causa fundamental de la crisis.  Así es como se comporta una persona que tarde o temprano tendrá problemas económicos:


Y así es como se debería comportar una persona que no desea tener problemas económicos:

Obviamente, todos estos diagramas han sido simplificados al extremo. Todos tenemos gastos vitales, la necesidad de alimentos, vivienda y vestido. Pero lo que intentan mostrar los diagramas es el flujo de efectivo a lo largo de la vida, y las diferentes formas de gestionar el dinero. Es el flujo de efectivo lo que cuenta la historia. Es la historia de cómo una persona maneja su dinero, qué hace después de que tiene el dinero en la mano.

El primer diagrama muestra la historia de una persona que no llega a fin de mes.  Los gastos son superiores a los ingresos, y tiene que acudir al banco a pedir algún tipo de préstamo. Con este flujo extra de dinero, consigue igualar los ingresos y los gastos.  Pero el mes siguiente, ha incluido un nuevo pasivo: la devolución de parte de este préstamo, junto con unos intereses.  Acaba de agrandar la columna de pasivo.  Dentro de poco tiempo, a pesar del aumento de ingresos gracias al crédito, la situación inexplicablemente empeorará, y nuevamente será imposible pagar los crecientes gastos. Únicamente se ha pospuesto el problema inicial, haciéndolo ahora más grave, ya que la inyección de dinero inicial se ha acabado, y cuando vuelve a solicitar un nuevo préstamo el banco empieza a ponerle pegas.  Si finalmente accede a concederle un nuevo préstamo, será únicamente con la promesa de pagar más intereses por él.  Después de intentar una y otra vez rellenar el hueco entre ingresos y gastos con la misma solución, llega un momento que el banco no accede a concederle un nuevo crédito, por más intereses que prometas pagarle.  Esta persona ha llegado a una situación de quiebra.  La salida de esta situación va a ser dura, y difícil.

Esta triste historia, simplificada casi como si fuera un cuento, es la que ha sucedido en la realidad, una y otra vez, en todos los niveles imaginables, hasta llegar a la situación actual.  Todos estamos en quiebra.  Igual que la persona del cuento, nuestro país (y algunos otros) está en quiebra.  Y la salida de esta situación será dura, y difícil.

Lógicamente, tú que eres adulto e inteligente, sabes que la situación real es mucho más compleja, y que las causas, la evolución, y las consecuencias, tienen muchos más matices.  Pero seguro que eres capaz de explicarle así la crisis a tus hijos.  

Y cuando lo entiendan, podrás pasar a explicarles el segundo diagrama, el de una persona que en vez de construir pasivos construyó activos, una persona que no sufrió la crisis.  
Una persona rica.


P.D. Gran parte de lo explicado aquí ha sido extraído del libro Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki.  A pesar de estar escrito por una persona que puede calificarse como un "rico sin escrúpulos" (permítame la insolencia, Sr. Kiyosaki) está lleno de enseñanzas y de consejos muy útiles, para tí y para tus hijos.  El resumen anterior es sólo una pequeña muestra, aplicada a la vida real.

Un buen comienzo, si quieres que tus hijos salgan de la escuela con cimientos financieros sólidos, lo que les será de mucha utilidad en la vida real.